Tus ojos son la patria
del relámpago y de la lágrima,
silencio que habla,
tempestades sin viento,
mar sin olas, pájaros presos,
doradas fieras adormecidas,
topacios impíos como la verdad,
otoño en un claro del bosque
en donde la luz canta en el hombro
de un árbol y son pájaros todas las hojas,
playa que la mañana
encuentra constelada de ojos,
cesta de frutos de fuego,
mentira que alimenta,
espejos de este mundo,
puertas del más allá,
pulsación tranquila del mar a mediodía,
absoluto que parpadea, páramo.
Octavio Paz
jueves, 30 de septiembre de 2010
viernes, 24 de septiembre de 2010
III-Amor
Amor, eres radiante como el día
y como el agua transparente y puro;
vienes de la más clara lejanía
como un panal de sol, rico y maduro.
Por ti el silencio cambia en armonía
su angustia singular, su anillo oscuro,
y anuncian resplandores del futuro
el vuelo de una azul pajarería.
Y yo, que siento ante la luz la viva
atracción que domina y que cautiva
al mirasol girante y empinado;
busco tu claridad de maravilla
y en lo solar, como una flor sencilla,
define el corazón forma y estado
Claudia Lars
y como el agua transparente y puro;
vienes de la más clara lejanía
como un panal de sol, rico y maduro.
Por ti el silencio cambia en armonía
su angustia singular, su anillo oscuro,
y anuncian resplandores del futuro
el vuelo de una azul pajarería.
Y yo, que siento ante la luz la viva
atracción que domina y que cautiva
al mirasol girante y empinado;
busco tu claridad de maravilla
y en lo solar, como una flor sencilla,
define el corazón forma y estado
Claudia Lars
viernes, 17 de septiembre de 2010
Eres canción
Extraña sensación la que me produces.
Permanezco tranquila,
bohemia en el inmenso espacio.
Idealicé una estrella en el brillo de tus ojos
y le puse un nombre,
un nombre que me recuerda a ti.
Encontré un acorde que no supe cantar
pero lo hice mío.
Te convertí en mi creación.
Busco modos que me hagan a vos
y solo encuentro ternura.
Ternura infinita.
Ya eres canción de un dilema sin causa.
Prefiriendo permanecer perpleja
ante el calor de tu mirada.
Anónimo
Permanezco tranquila,
bohemia en el inmenso espacio.
Idealicé una estrella en el brillo de tus ojos
y le puse un nombre,
un nombre que me recuerda a ti.
Encontré un acorde que no supe cantar
pero lo hice mío.
Te convertí en mi creación.
Busco modos que me hagan a vos
y solo encuentro ternura.
Ternura infinita.
Ya eres canción de un dilema sin causa.
Prefiriendo permanecer perpleja
ante el calor de tu mirada.
Anónimo
viernes, 10 de septiembre de 2010
MORIR VIVIENDO
Vivo estoy, aunque me muero
por el amor de una ingrata,
que sin quererlo me mata
con "mil puñales de acero" ...
Y asi muriendo la quiero,
porque esa muerte es mi vida,
que nada importa la herida
que me condena a morir,
morir de amor es vivir! ...
VIVIR SIN AMOR NO ES VIDA
Clemente Sancho Lozano
por el amor de una ingrata,
que sin quererlo me mata
con "mil puñales de acero" ...
Y asi muriendo la quiero,
porque esa muerte es mi vida,
que nada importa la herida
que me condena a morir,
morir de amor es vivir! ...
VIVIR SIN AMOR NO ES VIDA
Clemente Sancho Lozano
viernes, 3 de septiembre de 2010
Tácticas y Estrategias
Mi táctica es mirarte
aprender como sos
quererte como sos
mi táctica es hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo
ni sé con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi táctica es ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos simulacros
para que entre los dos
no haya telón ni abismos
mi estrategia es en cambio
más profunda y más simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo
ni sé con qué pretexto
por fin me necesites.
Mario Benedetti
aprender como sos
quererte como sos
mi táctica es hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo
ni sé con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi táctica es ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos simulacros
para que entre los dos
no haya telón ni abismos
mi estrategia es en cambio
más profunda y más simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo
ni sé con qué pretexto
por fin me necesites.
Mario Benedetti
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