domingo, 27 de mayo de 2012

Esta tarde

Ahora quiero amar algo lejano...
Algún hombre divino
Que sea como un ave por lo dulce,
Que haya habido mujeres infinitas
Y sepa de otras tierras, y florezca
La palabra en sus labios, perfumada:
Suerte de selva virgen bajo el viento...

Y quiero amarlo ahora. Está la tarde
Blanda y tranquila como espeso musgo,
Tiembla mi boca y mis dedos finos,
Se deshacen mis trenzas poco a poco.

Siento un vago rumor... Toda la tierra
Está cantando dulcemente... Lejos
Los bosques se han cargado de corolas,
Desbordan los arroyos de sus cauces
Y las aguas se filtran en la tierra
Así como mis ojos en los ojos
Que estoy sonañdo embelesada...

Pero
Ya está bajando el sol de los montes,
Las aves se acurrucan en sus nidos,
La tarde ha de morir y él está lejos...
Lejos como este sol que para nunca
Se marcha y me abandona, con las manos
Hundidas en las trenzas, con la boca
Húmeda y temblorosa, con el alma
Sutilizada, ardida en la esperanza
De este amor infinito que me vuelve
Dulce y hermosa...

domingo, 20 de mayo de 2012

Meciendo

El mar sus millares de olas
mece, divino.
Oyendo a los mares amantes,
mezo a mi niño.

El viento errabundo en la noche
mece los trigos.
Oyendo a los vientos amantes,
mezo a mi niño.

Dios Padre sus miles de mundos
mece sin ruido.
Sintiendo su mano en la sombra
mezo a mi niño.

jueves, 10 de mayo de 2012

A mi Madre

Madre,
ser maravilloso que sabe dar vida y brindar alegrías,
la que nunca me niega sus manos tan tibias,
la que solo obsequia dulces melodías,
la que seca mis lágrimas y entrega caricias,
la que ampara tristezas y regala sonrisas,
la que con dulce palabras alienta mis días.
Madre,
la que oculta lamentos y llora en secreto,
la que siempre te apoya en malos momentos,
la que me acuna en sus brazos que son tan inmensos.
Madre,
me mostraste caminos marcando tu huella
y perfumaste mi alma con la flor más bella.
Me enseñaste a amar la vida y a valorar las cosas sencillas.
No existe en el mundo persona más bella,
como la que tengo conmigo que es la única reina.
Gracias madre por tener esa paciencia.
Gracias madre por ser mi consejera.
a ti te agradezco por ser tan sincera,
tan mujer,
amante,
tan amiga.
Por ser mi eterna luz de vida.
A Dios le doy gracias por tenerte hoy en día
y poder compartir contigo
mi humilde poesía.

viernes, 4 de mayo de 2012

¡Quién pudiera vivir siempre soñando!

Es la existencia un cielo,
cuando el alma soñando embelesada,
con amoroso anhelo,
en los ángeles fija su mirada.
¡Feliz el alma que a la tierra olvida
para vivir gozando!
¡Quién pudiera olvidarse de la vida!
¡Quién pudiera vivir siempre soñando!

En esa estrecha y mísera morada
es un sueño engañoso la alegría;
la gloria es humo y nada
y el más ardiente amor gloria de un día.
Afán eterno al corazón destroza
cuando los sueños ¡ay! nos van dejando.
Sólo el que sueña goza.
¡Quién pudiera vivir siempre soñando!

De su misión se olvidan las mujeres,
los hombres viven en perpetua guerra;
no hay amistad, ni dicha, ni placeres;
todo es mentira ya sobre la tierra.
Suspira el corazón inútilmente . . .
la existencia que voy atravesando
es hermosa entre sueños solamente.
¡Quién pudiera vivir siempre soñando!

Sin mirar el semblante a la tristeza,
pasé de la niñez a la dulce aurora,
contemplando entre sueños la belleza
de ardiente juventud fascinadora.
Pero ¡ay! se disipó mi sueño hermoso,
y desde entonces siempre estoy llorando
porque sólo el que sueña es venturoso.
¡Quién pudiera vivir siempre soñando!