miércoles, 27 de junio de 2012

Once rosas rojas y un blanco clavel

Yo lo soñaba entonces, inmune a todo mal
hurgando un horizonte cubierto de regresos,
vestido con el traje febril de la esperanza y los ojos llenos de memoria.

En mi delirio inmenso, jamás imaginaba que podría ser el dueño y creador de cada uno de mis sueños.

Al verlo de mi lado, por siempre desprendido de toda promesa,
me convertía en la mujer más valiente y poderosa que yo nunca había conocido.

Yo sí guardé en el pecho el amor que nunca se olvida,
por mi Dios juro... qué lo adoré tanto...

En las tardes de lluvia se volvía como un niño
a entrometerse entre mis brazos,
Desde la más tierna distancia que nunca quiso acortar.
En algunas noches... como caballero elegante, tomaba mi cintura y me llevaba a bailar.

Nunca amé tanto mi soledad, desde que él descubrió mis más preciados valores...

Jamás lo eché de menos con tanta alegría... desde que él dejó el sonido de su mirada en mi cuarto.

Su amor se distinguía como un blanco clavel de pureza,
entre el dolor que daban las espinas de tantas rosas rojas...
Su amor fue inocente como el primero y eterno como el último...
Su amor no se compara, no se cambia, ni se reniega
...solo se vive.
Once rosas rojas y un blanco clavel...
Y mi ilusión infinita de algún día coincidir con el.

jueves, 21 de junio de 2012

Quiero que la noche sea eterna

Quiero que mi cuerpo sea víctima de tus dedos
y que los poros de tu piel sean mi alimento.
Quiero que tu lengua busque mis rincones
hasta encontrarme el alma en un suspiro.

Quiero beberme todas tus esencias,
hasta calmar mi sed con tus temblores
y sentir el placer mientras tu habitas
las más tiernas moradas de mi cuerpo.

Con nuestras almas en un solo deseo
y nuestros cuerpos en un solo universo,
te entregaré sin condiciones,
mi pasión y mi locura
para que tu dispongas de la cura.

Quiero la noche eterna,
quiero que el día no exista
para estar entre tus brazos
y hundirme en tus caricias.

Quiero un beso tan profundo,
que no deje lugar a dudas
y que haga de la existencia una tortura.

Quiero fundirme contigo,
estar dentro de ti como un fuego,
imposible de apagar.
Quiero abrazarte fuerte
para que no puedas escapar.

Quiero que la noche no muera,
quiero que sea eterna
para amarnos con mas fuerza.

jueves, 14 de junio de 2012

Sonríe

Siempre en las noches oscuras
cuando nadie te quiere escuchar
en una estrella del cielo
un refugio encontrarás

Siempre en los días más tristes
donde no tienes donde ir
mira a los más humildes
que no tienen un techo donde vivir.

Siempre cuando estés derrochando
y desperdiciando el amor
observa que la vida es corta
y esta llena de ilusión.

Sonríe porque la vida es una
sonríe porque alguien te quiere dar
un poquito de su amor
un poquito de su amistad.

Piensa que hay personas
que no logran encontrar
el amor puro y sincero
el amor tierno y real.

Que lo material se desvanece
y el sentimiento permanece igual
esperando el don generoso
ese don, el don de amars

jueves, 7 de junio de 2012

De amor, tristeza y alegría

Todo lo que me he pasado se ha quedado conmigo,
tanto el día alegre cual ése de tristeza y dolor.
De las memorias en versos es que todo hoy digo
porque he sentido en mí tristeza, alegría y amor.

De lo real de mi vida quiero que todo se separe
para entrar de mi noche obscura a un amanecer.
Deseo una mujer donde mi alma siempre se ampare
al ya tener necesidad del amor sin ganas de beber.

Por el desengaño a nada con firmeza hoy sigo
porque a veces estoy cansando de cada cicatriz;
mi alma es el terreno donde siento cada castigo
a ahí mis sentimientos mueren y queda la raíz.

Mi amor ha sido análogo al más oscuro cielo
y aunque veo luz del día, lo negro siempre está.
Liberado hoy ando aquí en este temporal suelo
y a veces reconozco que mi alma tiene un más allá.

He sentido tanto aunque mi vida ha sido poca
y jamás me explico porque mi destino ha sido así.
Pero sobre todas, le deseo besar a una su boca
al estar convencido que sólo ella me haría feliz.

domingo, 3 de junio de 2012

Dulce San Valentín

Derrochando los más felices versos,
una epopeya del encanto romántico.
Luminosidad de ese lustre fantástico,
celestial caudal de idílicos universos.

Este aleluya de zorzal deslumbrado,
¡sublime!... es el día de los sentidos.
Amor, ese suspirado, etéreo objetivo;
navega el deseo, nunca tan enajenado.

Vaporoso, de rodillas ante este clamor,
audaz me exalto multiplicando gracias;
límpido y jubiloso, orate de alabanzas,
¡eterno!... es el ritual célebre del amor.

Noble, con la armadura desnuda y gentil.
Tierno, con una dulzura de leales reflejos.
Íntegro, como el origen pío de este festejo.
Natural, entregado… ¡Dulce San Valentín!