lunes, 28 de julio de 2014

Salvaje

No me mires así que me haces daño...
Qué bellas tus pupilas de inconsciencia
que tienen el hondor de los abismos
y el verde oscuro de las aguas muertas.
Qué fuertes esos músculos maduros
bajo la carne aceitunada y fresca,
que tiene a veces el temblor de un niño
o la tensión salvaje de una fiera.

No me mires así que me haces daño...
Con ese aliento abrasador me enervas,
y frente a ti soy gajo que se dobla
rindiendo sus frescuras a la tierra.
Cómo rompe el crepúsculo sus oros
en el lustroso añil de tu cabeza
mientras tus manos torpes se resisten
al loco impulso que en tu ser golpea.

No me mires así con esos ojos
oscuros de inconsciencia...
Dobla mi talle entre tu brazo fuerte,
embriágate en la flor de mi belleza.

Sobre la felpa tibia de los musgos
seremos yo el silencio: tú la selva!

sábado, 12 de julio de 2014

Éxtasis

Cada rosa gentil ayer nacida,
cada aurora que apunta entre sonrojos,
dejan mi alma en el éxtasis sumida...
¡Nunca se cansan de mirar mis ojos
el perpetuo milagro de la vida!

Años ha que contemplo las estrellas
en las diáfanas noches españolas
y las encuentro cada vez mas bellas.
Años ha que en el mar, conmigo a solas,
de las olas escucho las querellas,
y aun me pasma el prodigio de las olas!

Cada vez hallo la Naturaleza
más sobrenatural, más pura y santa,
Para mí, en rededor, todo es belleza;
y con la misma plenitud me encanta
la boca de la madre cuando reza
que la boca del niño cuando canta.

Quiero ser inmortal, con sed intensa,
porque es maravilloso el panorama
con que nos brinda la creación inmensa;
porque cada lucero me reclama,
diciéndome, al brillar: «Aquí se piensa,
también aquí se lucha, aquí se ama».