Cada te amo, susurras,
es como la lluvia para los árboles,
claro de luna para el océano,
néctar para la abeja
Cada beso concedido sobre mí
es como fragancia en las flores,
calor sobre el desierto,
niebla de duchas de la mañana
Cada vistazo en mi dirección
es como la llama al fuego,
un centelleo de estrellas,
una chispa del deseo del amor
Cada momento en tus brazos
es como ondas al océano,
el acometer, impulso principal,
una mezcla dulce de la emoción
Cada unión del año que pasa
es como alegría sin medida,
una vida sin límites,
Te amaré por siempre.
Gail A. Yarbrough
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